El estreñimiento se define como la evacuación de heces excesivamente secas, escasas (menos de 50g/día) o infrecuentes (menos de dos deposiciones a la semana).
Hay dos tipos:
- El agudo que es secundario a viajes, situaciones estresantes, cambiar de residencia o al encamamiento prolongado.
- El crónico es el que da más problemas y es más frecuente.
Las causas que pueden producir estreñimiento secundario son los fármacos, los trastornos del aparato digestivo, las neuropatías,...
Se debe realizar una exploración anal y perianal para descartar la presencia de hemorroides, abscesos perianales o fisuras.
El tratamiento:
En primer lugar se debe explicar que no es necesaria la defecación diaria, esto no se debe convertir en una obsesión.
En primer lugar se debe explicar que no es necesaria la defecación diaria, esto no se debe convertir en una obsesión.
En cuanto a las medidas dietéticas hay que aumentar la ingesta de líquidos (1-2 l/día) y de fibra vegetal (10-60 g/día). Se recomienda el consumo de fibra insoluble frente a la soluble, ya que capta más agua y
produce menos flatulencias. Los alimentos con fibra insoluble son el salvado,
la harina de trigo integral, familia del repollo, guisantes, judías secas,
manzanas y vegetales de raíz.
El ejerció físico
regular, individualizado a las características de cada paciente, y en
particular aquellos ejercicios que potencian la prensa abdominal y el suelo
pélvico son particularmente beneficiosos para el tratamiento del estreñimiento.
En cuanto a los laxantes son eficaces pero tienen efectos secundarios como son: cronificación del estreñimiento, deshidratación, hiponatremia, déficits de vitaminas liposolubles, dispepsia,...
Existe también la relajación como tratamiento y las sesiones de biorregulación para educar al paciente en la adquisición o recuperación del hábito de defecar con regularidad, aunque parecen no ser eficaces según los estudios.
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